sábado, 17 de octubre de 2009

VISITA PRINCIPESCA A CHICAGO

7 DE OCTUBRE DE 2009

El fin de semana miré mi correo como suelo hacer casi a diario. Tenía un mail de Jacobo; el nuevo asesor del Ministerio, en él había incluido una invitación relativa a la celebración del día de la Hispanidad. En esta ocasión, y con motivo de la inauguración de la nueva sede del Cervantes en Chicago (que, por cierto, está muy cerca de mi casa) asistirían los príncipes Leticia y Felipe. El evento tendría lugar el día 7 de octubre a las 4 de la tarde.


Allí me presenté con Rafa, otro chico español que trabaja en mi colegio. Los vimos llegar mientras esperábamos para que nos dieran a acreditación (la típica pulserita de papel en la muñeca jajaja). A la recepción asistimos bastantes españolitos, algunos indiferentes y otros como si les hubiera venido a visitar Carlos Jesús con los 13 millones de naves de Raticulín. Hicieron un breve discurso en el que se guardó un minuto de silencio por el militar muerto en Afganistán y se comentó la importancia del español como segunda lengua de publicación y tercera en el uso de internet (o al revés, ya no recuerdo muy bien). Después se dieron un baño de multitudes rodeándose de la plebe.


La primera, la princesa Leticia que, muy amable, iba dirigiendo preguntas a los invitados. Cuando llegó a nosotros nos preguntó al respecto del frio invierno de la ciudad (¿no es lo típico hablar del tiempo cuando no tienes ningún tema de conversación?).


Después llegó Felipe y me tiré una foto con él pero, dada la diferencia de altura y, que el que me tiró la foto no estaba muy lucido, quedó un poquito de aquella manera. Le hice al príncipe el comentario al respecto y, claro, sólo pudo asentir ante lo obvio de la cuestión.






Nos tomamos unos vinitos, JAMÓN SERRANO, TORTILLA DE PATATAS y alguna que otra vianda. Creo que lo mejor de todo llegó cuando, en una de mis salidas a darle al cigarrito, me encontré con un rostro conocido; Marina, una chica de mi clase de la facultad.






-¿Qué haces por aqui?


- Pues es mi sexto año, estuve tres en Atlanta y después me mudé a Chicago.


Imaginaros, cuando todo el rollo se acabó, nos fuimos a ponernos a día de nuestras vidas, a hablar de profesores y compañeros de clase y decidimos que el lunes siguiente quedamos para cenar.


Desde luego que el mundo es un pañuelo, quién me iba a decir que me iba a encontrar aqui a alguien de una clase en la que éramos treinta y tantos!!!!!!!!! Vivan las sorpresas que te da la vida.


HASTA PRONTO AMIG@S!

1 comentario:

Unknown dijo...

jajajaj, cristina, me parto con tu foto del príncipe :) pàrece que te estés colando!,jajaj